El cambio es posible
Alguna vez te preguntaste ¿por qué siempre se repiten las mismas situaciones en mi vida? ¿Por qué siempre caigo en las cosas que quiero evitar? Si quiero cambiar ¿Por qué no lo logro? Entonces, ¿El cambio es posible?
Un cambio en nuestra existencia realmente es muy posible. Pero, para lograrlo, debemos salir del terreno meramente intelectual y pasar a realizar acciones concretas, que nos van a permitir un cambio de fondo. Eso significa esfuerzo, voluntad, trabajo consciente. También significa dejar de ser lo que hemos sido y estar dispuestos verdaderamente a ser diferentes.
En primer lugar, es importante analizar la repetición de dramas y situaciones que existe en nuestra vida, de lo que no nos damos cuenta por estar inmersos en la vorágine diaria. ¿Qué pasa con nuestra existencia? ¿Solo seguimos la línea de la evolución? ¿Para qué vivimos? ¿Existe un propósito? Buscando respuestas a estas preguntas comenzamos el autoanálisis. Esto es pararnos en una encrucijada y definir para donde seguir, si tomar el control de nuestra propia vida o seguir en el laberinto de la cotidianeidad.
Cambiar desde dentro
Equilibrar nuestro estado interior y exterior es lo correcto. Debemos vivir con inteligencia. Pensar que si tal cosa no hubiese sucedido seríamos más felices, o que si hubiésemos aprovechado tal oportunidad hoy estaríamos mejor, etc., es una pérdida de tiempo y energía. Porque el pasado ya no existe y no se puede modificar. Además, cada uno de nosotros es el artífice de su propia existencia. Los lamentos y culpas solo llevan a más errores.
Es decir que, para lograr el cambio y la tan ansiada felicidad, es necesario trabajar sobre sí mismo. Cambiar desde dentro hacia afuera. De lo contrario seguiremos siendo víctimas de las circunstancias, como un madero en el océano que es arrastrado para uno y otro lado. Entonces podemos modificar situaciones y alterar resultados si aprendemos a realizar cambios comenzando desde dentro.
La autoobservación
Necesitamos eliminar de nuestro interior todo aquello que nos causa daño, ya que lo exterior es reflejo de lo interior. Esto requiere de prácticas como por ejemplo: la autoobservación, observarnos a nosotros mismos. Porque necesitamos ver lo que hay que quitar. Y estar dispuesto a trabajar conscientemente para lograr un cambio de raíz.
La autoobservación es la práctica que nos aportará la primera luz para comenzar nuestro camino de autoconocimiento. Es un ejercicio que activa nuestra aletargada conciencia y nos permite descubrir la forma mecánica y automática en que pasamos nuestros días.
Comienza poniendo atención en todos nuestros actos, nuestros hábitos, nuestras palabras, la ropa que usamos, nuestros gestos, forma de caminar, postura, etc. Porque todo eso es reflejo de nuestro mundo interior.
Rebeldía psicológica
Despegarse del arrastre diario no es fácil, y comenzar el cambio que nos llevará a una verdadera transformación implica tener valentía y osadía. Las situaciones diarias querrán arrastrarnos a la inercia en la que estábamos, para evitar el despertar de nuestra conciencia. Sin embargo, debemos aprender de las circunstancias que se nos presentan, con una actitud crítica y decidida de rebeldía psicológica.
La rebeldía psicológica es contra nosotros mismos, contra nuestras costumbres, vicios, pensamientos negativos, hábitos, etc. Rebeldía contra aquello que en definitiva nos causan daño y a nuestro entorno. Solo nosotros podemos cambiar eso y lograr una verdadera transformación de nosotros mismos y por ende de nuestra vida.
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