La sabiduría esotérica del Ajedrez
La cultura gnóstica enseña la doctrina del Corazón, que tiene como base la facultad de la intuición, para aprender a ver más allá de las formas. Y así rescatar los valores concientivos de cada evento para nuestro aprendizaje. Del mismo modo, nos enseña la sabiduría esotérica del ajedrez, el juego ciencia más divulgado en el mundo.
Juegos de mesa, existen muchos, pero ninguno que tenga una historia de más de 1.500 años y conserve hoy en día un nivel de actualidad tal, que sea considerado un deporte-ciencia.
“La vida es un tablero de ajedrez, en el que cada una de nuestras acciones es un movimiento. Si nuestras jugadas son buenas, inteligentes y oportunas, el resultado será éxito, salud y longevidad. Si, por el contrario, nuestros movimientos son de mala fe, egoístas e inoportunos, el resultado será el fracaso, la enfermedad y la muerte” Samael Aun Weor.
Los beneficios de la práctica del ajedrez
Están ampliamente estudiados los múltiples beneficios cognitivo-emocionales de aprender y jugar ajedrez. Entre muchos otros aspectos, permite mejorar la capacidad de análisis, entrenar la memoria, estimular la creatividad, ayudar a desarrollar la paciencia y el respeto por el contrincante. También mejorar la capacidad de comprensión de reglas y de aceptación de las consecuencias de las acciones.
Veo en la lucha ajedrecística un modelo pasmosamente exacto de la vida humana, con su trajín diario, sus crisis y sus incesantes altibajos. G. Kasparov
Jugar al ajedrez supone un entrenamiento que interviene en la mejora de la planificación, organización, resolución de problemas, atención, capacidad viso-espacial, disciplina e inteligencia emocional.
Ajedrez esotérico
- El tablero: Simboliza la misma vida con su carácter dual, lo positivo y lo negativo.
- Los peones: Son los soldados del ejército del rey, las piezas más simples, los detalles de la vida que conquistan las virtudes de la reina y madre. Las ocho Virtudes de la Madre Devi-Kundalini, que son: Comprensión, Voluntad, Palabra, Derecho a pensar, Derecho a sentir, Forma correcta de ganarse la vida, Que haya Paz y amor. Si un peón consigue llegar a la última fila del tablero, puede ser coronado y cambiado por otra pieza de mayor movimiento y valor, lo cual nos enseña esotéricamente del valor de la perseverancia y la capacidad de superación.
- Las torres: En las antiguas escuelas de misterios se entregaba al neófito, el Cincel y el Martillo para pulir las dos columnas del Templo, la Blanca y la Negra, o mejor, la Dórica y la Jónica. Esa construcción física, generalmente en piedra, es la edificación del templo interior, cincelado con la sublimación de nuestra propia energía sexual.
- Los Caballos: Representan la Osadía y el valor para eliminar el Miedo. Sus movimientos describen la escuadra y el compás, tan importante en los estudios Masones. Sus movimientos en forma de L (exclusivos del caballo), permiten saltar por encima de otras piezas, invitándonos a reflexionar sobre la resiliencia y la superación de obstáculos en la vida, para poder avanzar.
- Los Alfiles: En las cortes medievales, se conocían con el nombre de Obispos y eran quienes más cerca estaban al Rey. Alegorizan los Alfiles, las Lanzas, la Urania Venus de los Griegos. La rectitud y amplitud de movimientos simboliza la rectitud que debemos tener en nuestras acciones.
- Reina Dama: No podría faltar en el tablero de la existencia y en el ajedrez, el elemento femenino. El principio universal de la vida, la cual resplandece en toda obra, Dios mismo, es el Rey desdoblado en Mujer, el Eterno Amor que fluye y refluye en todo lo creado. Desde niños añoramos sus ternuras porque ella es la otra mitad de nuestro SER. Sin la Dama en una partida de Ajedrez, nos sentimos sin el poder supremo, estamos perdidos.
- Si hacemos un estudio Trascendental de las diferentes culturas, en la historia, ha estado representada por la Sacerdotisa de los templos de Misterios en Egipto. La Sacerdotisa de Tebas, que en medio de antorchas habló a las multitudes. También como vestal en Delfos, bajo el nombre de Pitonisa. La libertad de los movimientos de la Dama, en un tablero de Ajedrez, nos demuestran su importancia tanto en el juego como en la vida. Por sus movimientos podemos perder o ganar la partida.
- El Rey: Simboliza la sabiduría, El Jerarca, nuestro real SER, el Maestro Interno, la estrella interior que siempre nos ha sonreído. Todo el juego del Ajedrez, consiste en colocar al rey en una situación tal que no pueda moverse. Solo entonces es cuando se le da muerte, o Jaque Mate. Sabido es que terminada una partida de Ajedrez, se puede iniciar otra, pero el Rey, sigue siendo el Rey. Él no cambia, así es nuestro Real SER, es lo que ha sido, lo que es y lo que será.
La enseñanza filosófica del deporte ciencia
Uno de los valores fundamentales del Ajedrez es el Tiempo, o sea, la rapidez para realizar la estrategia de juego, en un espaciotiempo, evitando cometer errores. Así también en la vida, el hombre se enfrenta con innumerables problemas. Cada persona necesita saber cómo resolverlos inteligentemente.
Todo ajedrecista sabe que la solución está en el mismo problema, siempre que haya tranquilidad y equilibrio entre la mente, la emoción y el movimiento.
Podemos asegurar que todos los seres humanos somos fichas de ajedrez en el tablero de la vida; y sobre nosotros hay seres superiores, que unas veces dan apoyo a las fichas negras y otras a las blancas.
Cada uno de nosotros ahora está volviendo a repetir la misma partida de su vida anterior, más las consecuencias, buenas o malas, bajo los efectos de la Ley del Karma. Somos jugadores inconscientes que no hemos aprendido a jugar inteligentemente; que no dejamos que a nuestro destino lo decida un solo propósito, sino que somos guiados por nuestros caprichos desmedidos y nuestras desordenadas apetencias, en otras palabras, el ego.
Todos los seres humanos, sin una enseñanza superior, somos como una partida de Ajedrez sin Peones, cortos de inteligencia y con muchas limitaciones. Ignoramos que dentro nuestro existen grandes posibilidades que debidamente desarrolladas nos llevarían a la victoria final.
Mediante el bello simbolismo de este juego ciencia, vemos la necesidad de convertirnos en verdaderos jugadores inteligentes. Hacernos conscientes de la propia partida de la vida para despertar interiormente todos los valores superiores que harán de nosotros seres reales.